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TOMEMOS CONCIENCIA DE LA RESPONSABILIDAD QUE NOS TOCA COMO PADRES Y EDUCADORES.


sábado, 29 de septiembre de 2012

La Coevaluación Y Heteroevaluación

La Coevaluación

Es la evaluación realizada entre pares, de una actividad o trabajo realizado. Este tipo de evaluación puede darse en diversas circunstancias:

Durante la puesta en marcha de una serie de actividades o al finalizar una unidad didáctica, alumnos y profesores pueden evaluar ciertos aspectos que resulten interesantes destacar.
Al finalizar un trabajo en equipo, cada integrante valora lo que le ha parecido más interesante de los otros.
Luego de una ponencia, se valora conjuntamente el contenido de los trabajos, las competencias alcanzadas, los recursos empleados, las actuaciones destacadas, etc.
Puede ser pertinente repartir un cuestionario anónimo a los alumnos para que opinen con absoluta independencia sobre lo realizado, y contrastarlo luego con lo percibido por el profesor.

Como podemos apreciar, son diferentes los caminos para llevar a cabo la coevaluación, pero es importante tener en cuenta que, si el grupo no tiene costumbre de realizar prácticas de ese tipo, se debe comenzar por valorar exclusivamente lo positivo y las deficiencias o dificultades surgidas las valorará el profesor.

Esto se recomienda porque generalmente los alumnos tienen la misma visión o percepción de muchos profesores y la sociedad en general de "para qué se evalúa". Habitualmente esta valoración se realiza para resaltar lo negativo, lo mal hecho, para sancionar, con lo cual los efectos de la coevaluación pueden convertirse en disgregación del grupo y de rechazo de todos contra todos.
Algo importante que debemos tomar en cuenta:

COEVALUACIÓN: Existe la posibilidad de generar y desarrollar una evaluación en que se permite a los alumnos en conjunto, participar en el establecimiento y valoración de los aprendizajes logrados, ya sea por algunos de sus miembros o del grupo.
LA HETEROEVALUACIÓN
Es la evaluación que realiza una persona sobre otra respecto de su trabajo, actuación, rendimiento, etc. A diferencia de la coevaluación, aquí las personas pertenecen a distintos niveles, es decir no cumplen la misma función. En el ámbito en el que nos desenvolvemos, se refiere a la evaluación que habitualmente lleva a cabo el profesor con respecto a los aprendizajes de sus alumnos; sin embargo también es importante que la heteroevaluación pueda realizarse del alumno hacia el profesor ya que no debemos perder de vista que la evaluación es un proceso que compromete a todos los agentes del sistema educativo.

La heteroevaluación es un proceso importante dentro de la enseñanza, rico por los datos y posibilidades que ofrece y también complejo por las dificultades que supone enjuiciar las actuaciones de otras personas, más aún cuando éstas se encuentran en momentos evolutivos delicados en los que un juicio equívoco o "injusto" puede crear actitudes de rechazo (hacia el estudio y la sociedad) en el niño, adolescente o joven que se educa.

AUTOEVALUACIÓN

Se produce cuando un sujeto evalúa sus propias actuaciones. Es un tipo de evaluación que toda persona realiza de forma permanente a lo largo de su vida. Por ejemplo, frecuentemente tomamos decisiones en función de la valoración positiva o negativa de un trabajo realizado, de la manera como establecemos nuestras relaciones, etc.

Mediante la autoevaluación los alumnos pueden reflexionar y tomar conciencia acerca de sus propios aprendizajes y de los factores que en ellos intervienen. En la autoevaluación se contrasta el nivel de aprendizaje con los logros esperados en los diferentes criterios señalados en el currículo, detectando los avances y dificultades y tomando acciones para corregirlas. Esto genera que el alumno aprenda a valorar su desempeño con responsabilidad.

Como observamos en el Diseño Curricular, muchas de las competencias educativas implican que el alumno sea capaz de "valorar" el patrimonio artístico y cultural, la riqueza lingüística, las actitudes solidarias, etc en las diferentes áreas. Para aprender a valorar, el único camino existente es practicar valoraciones en distintas circunstancias y en relación con diferentes ámbitos. Una forma de evaluación es la autoevalución del propio trabajo y la propia actividad. Por eso, en este caso la autoevaluación se convierte en un procedimiento metodológico para alcanzar una de las competencias educativas previstas: que el alumno sea capaz de valorar.

Sin embargo, al tratar la autoevaluación en el terreno educativo, hay que considerar la conveniencia de introducir su práctica de manera gradual hasta que el alumno se habitúe a ella. El alumno es capaz de valorar su propia labor y el grado de satisfacción que le produce; pero la complejidad con que lo haga dependerá de su madurez.

Algunas recomendaciones para poner en práctica la autoevaluación:
¨ Oriente a sus alumnos a realizar la autoevaluación con seriedad y con corrección. Es importante que tomen conciencia de la influencia que su juicio tendrá en la valoración global que posteriormente se realice sobre su actuación y progresos.
¨ Al comenzar el desarrollo de una unidad didáctica facilite a sus alumnos información detallada sobre los aspectos que se deben autoevaluar, con el fin que puedan auto observarse y examinar su trabajo en forma continua y así llegar a conclusiones válidas al final del proceso.
¨ Informe a sus alumnos las competencias que se espera puedan desarrollar en cada grado y los criterios de evaluación de su área curricular, de tal manera que ellos puedan verificar por sí mismos su evolución.
¨ Guíelos de modo que se evite la excesiva influencia de la subjetividad en la propia evaluación. Dicha subjetividad resulta frecuente cuanto más inmadura es la persona que la realiza, por ello la presencia del docente es imprescindible.
Como sabemos la etapa adolescente se caracteriza por ser esencialmente evolutiva y cambiante con gran predominio de la subjetividad. Esta subjetividad debe ser tomada por el profesor al momento de aplicar la autoevaluación; por ejemplo; los alumnos con autoestima baja, temperamento depresivo, de tendencia pesimista o pertenecientes a un medio familiar poco estimulante, infravalorarán sus trabajos; mientras que los optimistas, con alta autoestima que poseen un medio familiar y social que los ayude, podrían valorar en exceso todo lo que realicen.

Estas tendencias deben encausarse y trabajarse con los alumnos, pues es el proceso de ajuste y equilibrio de la evaluación en el cual el alumno "aprende a valorar", lo que se pretende en la educación.


A continuación algunos puntos importantes que debemos considerar para aplicar la evaluación:

Ejemplo:

José, docente de Educación Artística decidió considerar la posibilidad que la autoevaluación sea una actividad realizada por sus alumnos para valorar sus productos. Estando en la clase de dibujo, sus alumnos plantearon los aspectos sobre los cuales cada uno se autoevaluaría, estos aspectos fueron consignados en la siguiente tabla:

Aspecto
Puedo mejorar
Adecuado
Bueno
Uso de color
Trazos
Empleo de la técnica
Creatividad
Persistencia
Limpieza

El uso de este registro de auto-observación le permitirá que cada alumno obtenga una valoración de sus trabajos en términos de cada uno de los criterios planteados y de esta manera identificar los aspectos el alumno considera que puede mejorar, y los aspectos en los que ha realizado un buen trabajo. Para una siguiente oportunidad, el mismo alumno, sin necesidad de que sea dirigido por el profesor, podrá emplear este registro para evaluar otro trabajo similar y observar de esta manera si ha logrado un progreso en los diferentes aspectos.

Ejemplo 1:
Pauta de Autoevaluación Sumativa
Elaborada por Nuñez, C.

“Estimado alumno(a): Le solicito que se autoevalúe en las actividades desarrolladas en el curso. En primer lugar se le plantean indicadores respecto de su actitud frente al trabajo. Para responder marque con un “X” en el nivel de la escala que usted considere representa su gradode acuerdo”

INDICADORES
Muy de Acuerdo
De acuerdo
En desacuerdo
Muy en Desacuerdo
1. Me he comprometido con el trabajo del curso
2. Mi actitud hacia las actividades del curso ha sido buena
3. Me he esforzado en superar mis dificultades
4. He aprovechado las clases para aclarar dudas
5. He sido exigente conmigo mismo (a) en los trabajos del curso
6. Me siento satisfecho (a) con el trabajo realizado
7. He cumplido oportunamente con mis trabajos
8. He asistido regularmente a clases
Además autocalifique su desempeño en el curso tomando como punto de referencia la descripción de cada tramo de nota.

NOTA
La calidad del trabajo realizado ha sido:
6,5 – 7,0
de excelente nivel, cumplí siempre y a tiempo con lo solicitado
5,8 – 6,4
de muy buen nivel, cumplí generalmente y a tiempo con lo solicitado
5,0 – 5,7
de buen nivel, cumplí en ocasiones y a tiempo con lo solicitado
4,6 – 4,9
de un nivel suficiente, cumplí en ocasiones y tuve problemas con el tiempo
4,0 – 4,5
de un nivel suficiente, cumplí en ocasiones y dando el mínimo de mi capacidad
2,0 – 3,9
deficiente, no cumplí con lo solicitado


Considerando lo expresado en mi autoevaluación y el trabajo realizado, me califico globalmente con nota: _______

FUENTE:
http://evaluaciondelosaprendizajes1.blogspot.com.ar/2007/08/autoevaluacin.html

La autoevaluación como estrategia de aprendizaje para atender a la diversidad

María Amparo Calatayud Salom. Departamento de Didáctica y Organización Escolar. Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación.Universitat de Valencia  28/01/2008
 
En estos tiempos en los que tanto se habla de calidad en la educación no debemos perder de vista que, en una sociedad democrática y plural una enseñanza de calidad debe ser sinónima de atender a los diferentes ritmos de estudio y de aprendizaje de los alumnos.

Una de las estrategias que puede contribuir a afrontar la diversidad de los discentes en el aula es enseñarles a que evalúen su propio aprendizaje. La autoevaluación puede y debe ser un instrumento que facilite atender, respetar y valorar los distintos ritmos de aprendizaje según las diferentes características del alumno. Características relativas, por ejemplo, a: capacidades, estilos de aprendizaje, estrategias cognitivas, experiencias y conocimientos previos, motivación, atención, ajuste emocional y social, etc.

La autoevaluación es la estrategia por excelencia para educar en la responsabilidad y para aprender a valorar, criticar y a reflexionar sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje individual realizado por el discente (Calatayud, 2002; 1999). Principalmente de entre los beneficios que presenta la realización de una auténtica autoevaluación, destacan los siguientes:

a)Es uno de los medios para que el alumno conozca y tome conciencia de cual es su progreso individual en el proceso de enseñanza y aprendizaje;

b)Ayuda a los discentes a responsabilizarse de sus actividades, a la vez que desarrollan la capacidad de autogobierno;

c)Es un factor básico de motivación y refuerzo del aprendizaje;

d)Es una estrategia que permite al docente conocer cuál es la valoración que éstos hacen del aprendizaje, de los contenidos que en el aula se trabajan, de la metodología utilizada, etc.

e)Es una actividad de aprendizaje que ayuda a reflexionar individualmente sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje realizado;

f)Es una estrategia que puede sustituir a otras formas de evaluación. Para atender a la diversidad es necesario utilizar diferentes instrumentos evaluativos para tratar de valorar la progresión de las capacidades de cada alumno. La autoevaluación puede ser una estrategia más en ese proceso de valoración.

g)Es una actividad que ayuda a profundizar en un mayor autoconocimiento y comprensión del proceso realizado y

h)Es una estrategia que posibilita la autonomia y autodirección del alumno.

De todas las razones anteriormente expuestas no cabe ninguna duda de que la autoevaluación del discente puede y debe ser utilizada como estrategia para afrontar la diversidad de intereses, necesidades y ritmos de aprendizaje del alumnado.

Algunas pautas de intervención para afrontar la diversidad a través de la autoevaluación

La autoevaluación como hemos argumentado anteriormente es una estrategia que ayuda al alumno a tomar conciencia de su progreso de aprendizaje y, además, facilita al docente comprender cual es el proceso de enseñanza y aprendizaje realizado por el discente, en relación con las dificultades acontecidas, los objetivos conseguidos, etc. (Calatayud, 2007; 2004;2004a).

A continuación presentamos un listado de técnicas que podemos utilizar para hacer realidad los procesos de autoevaluación como estrategia de aprendizaje para atender a la diversidad.

1. Bloc de autoevaluación: Se trata de una actividad en la que el estudiante evidencia los esfuerzos realizados, la valoración del trabajo conseguido (¿qué sabia?, ¿cómo lo he aprendido?, ¿qué se yo ahora?), en relación a contenidos tanto del ámbito conceptual, procedimental y actitudinal, cuáles han sido las mejores ideas, los logros conseguidos en los distintos ámbitos de conocimiento.



2. Hoja de Plan Semanal El objetivo de esta actividad es motivar al alumno para que sea responsable de sus acciones. Él sabe que tiene una semana para realizar determinadas actividades y el mismo ha de responder de su realización.

3. Herramientas de autorreflexión elaboradas por el profeso: Se trata de actividades que el docente diseña con el objeto de evaluar y comprender cómo el alumno va consiguiendo los aprendizajes. Para ello se elaboran cuestionarios, listas de control, escalas de estimación, protocolos, etc. para recoger las informaciones relevantes sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje realizado.

4. El diario del estudiante:. La reflexión sobre el diario permite detectar problemas, hacer explícitas las concepciones y posibilitar mejoras en el proceso. Desde nuestro punto de vista, el diario es uno de los instrumentos más útiles para llegar al conocimiento, análisis, comprensión y valoración del proceso de enseñanza y aprendizaje que realiza el estudiante, así como también para conocer y respetar el ritmo de aprendizaje de cada uno de ellos.

5. El portafolio, instrumento para la evaluación formativa del estudiante: El portafolio es una colección de trabajos, actividades, etc. que el alumno ha realizado durante un curso. Pero quizás, lo más importante de esta selección de actividades radique en que éste ha de estar compuesto por aquellas actividades que han permitido al discente tanto la posibilidad de valorarse más a si mismos, como de sentirse más seguros de sí mismos.

Indudablemente, esta forma de practicar la evaluación brinda la oportunidad de conocer cómo piensa cada uno de los estudiantes y cómo es su proceso de razonamiento. Así como también, recoge información no sólo de los productos sino, sobre todo, de los procesos de enseñanza y aprendizaje. Por lo tanto, facilita que todas las actividades de enseñanza y aprendizaje que realiza el alumnado a lo largo del curso se vayan organizando de manera coherente y constituyan piezas ordenadas en su papel de construcción de los contenidos de la asignatura. Y es, sin lugar a dudas, una de las estrategias mejores de conocimiento de los diferentes ritmos de estudio según las características de los alumnos.

A lo largo de mis años como docente en la Escuela Pública la propuesta de portafolio que hemos desarrollado con los alumnos de Educación Secundaria ha presentado dos partes: evidencias obligatorias y voluntarias. Cuando hablamos de evidencias nos estamos refiriendo a cada uno de los contenidos del portafolio que reflejan un aprendizaje del estudiante.

En relación con las evidencias obligatorias hemos planteado:

- Mapas conceptuales de todos los temas.
- Cuestiones o actividades de diferentes niveles de complejidad de cada uno de los temas, formulados por el profesor.
- Resolución de casos prácticos, etc.

Como se puede observar se trata de recoger evidencias que reflejen que han adquirido los conocimientos básicos de la asignatura.

En relación con las evidencias voluntarias:

Las evidencias voluntarias como su nombre indican son aquellas que cada estudiante decide incluir, bien porque ha realizado actividades de ampliación de alguno de los temas de su interés, o ha desarrollado interrelaciones entre diferentes aspectos de la propia asignatura o con otras. El sentido de este tipo de evidencias es dar al alumnado la libertad de dirigir su aprendizaje, en el marco de la materia, pero de acuerdo a sus propios intereses. Por ejemplo, los alumnos pueden elaborar un ensayo sobre un tema relevante del programa con utilización de fuentes bibliográficas.

Y ya para finalizar comentar que a lo largo de este artículo hemos pretendido ofrecer la oportunidad de presentar la autoevaluación como estrategia de aprendizaje para atender a la diversidad. Con la autoevaluación se persigue que el alumno "sea capaz de valorar su proceso de enseñanza y aprendizaje”. Proceso que es único e irrepetible, ligado a necesidades, intereses, expectativas y motivaciones diversas. La atención a la diversidad conlleva ritmos de estudio distintos según las características del alumnado y la autoevaluación puede contribuir a afrontarla con garantías de éxito.

Referencias bibliográficas

CALATAYUD SALOM. A. (2007): "La evaluación como instrumento de aprendizaje y mejora. Una luz al fondo”. En: A. CALATAYUD (Coord). La evaluación como instrumento de aprendizaje. Estrategias y técnicas. Madrid. MEC.

CALATAYUD SALOM. A. (2004): "La evaluación interna de los departamentos didácticos. Entre la pura cosmética, la exigencia y la necesidad” En: AA. VV Nuevos núcleos dinamizadores de los centros de educación secundaria: los departamentos didácticos. Madrid. MEC.

CALATAYUD SALOM. A. (2004a): "La autoevaluación de la práctica docente: una aventura plagada de dificultades y satisfacciones”.Revista: Ciencias de la Educación. Núm 198-199. Págs. 151-171.

CALATAYUD SALOM. A. (2002): "La cultura autoevaluativa, piedra filosofal de la calidad en educación".Revista: Educadores. Núm 204. Págs.357-375.

CALATAYUD SALOM. A. (1999): "La participación del alumno en el proceso evaluador". Revista Educadores. Núm 190-191.