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martes, 23 de octubre de 2012

APRENDIZAJE ESCOLAR Y OTRAS SITUACIONES DE APRENDIZAJE

El aprendizaje humano es de naturaleza variada y posee diferentes particularidades que dan la posibilidad de recortar por especificidad al aprendizaje escolar. Este tipo de aprendizaje implica como mínimo tres elementos fundamentales: un sujeto que aprende, un objeto o contenido a aprender y un componente situacional o contexto. Cada uno de éstos posee características más o menos específicas que influyen a su vez en los dos restantes. En otras palabras, estos componentes que forman parte del aprendizaje escolar interaccionan entre sí logrando que el sujeto y el objeto se construyan mutuamente.
Además, el aprendizaje en la escuela es de carácter artificial y se desarrolla en el marco de los procesos formales. Está marcado por los determinantes duros del dispositivo escolar: la organización graduada, simultánea, obligatoria, con una particular organización espacio - temporal, y por el contexto histórico- cultural que lo concreta bajo un proyecto político y social determinado. Su modalidad radica en el uso que promueve y efectúa de instrumentos semióticos, como la escritura, y de los lenguajes formales, como el matemático, produciendo efectos descontextualizadores sobre el desarrollo cognitivo. Puede afirmarse que todas éstas características del contexto son determinantes para el aprendizaje escolar y para los sujetos que interaccionan en él.
Una vez incluido en la escuela el niño deja su condición de “niño natural” para convertirse en “alumno”, sujeto situado en unas determinadas coordenadas sociohistóricas, sometido a prácticas pedagógicas con un fuerte carácter normalizador: definiendo así la escuela lo que es esperable y lo que no, lo que significa un “niño normal”, un “alumno medio”.  Este niño se convierte además, en sujeto colectivo, por pertenecer a un grupo cuyo aprendizaje se regula simultáneamente y en forma colectiva. Por todo lo dicho anteriormente, para este niño- alumno, la escuela tiene varias implicancias o demandas como:
- Toma de conciencia de su actividad cognitiva.
- Dominio del conocimiento científico-pedagógico.
-Fundamentalmente: apropiación y dominio de los instrumentos representativos.
-Desarrollo del conocimiento contra intuitivo.
-Sujeción a formas de validación y justificación sofisticadas.
-Consolidación, compilación, automatización, extracción de regularidades, similitudes y diferencias.
-Comprensión de la estructura global de las situaciones.
-Memoria, atención, capacidad de trabajo.
-Comprensión, asimilación e integración a partir de los conocimientos previos.
-Construcción del conocimiento por medio de la significación (interpretación de la información según los marcos asimiladores disponibles).
-Combinación de los aprendizajes por repetición y de los aprendizajes significativos.
-Internalización, reconstrucción del conocimiento (originado interpersonalmente, como objeto de intercambio social) mediante el uso de mediadores (signos) proporcionados externamente.
-Lograr realizar autónomamente lo que al principio sólo puede hacer con ayuda externa (hacer real el desarrollo potencial).
Estas demandas cognitivas que impone el aprendizaje escolar, detalladas anteriormente se diferencian de otras situaciones de aprendizaje por su descontextualización en cuanto al:
    * Acceso a información alejada del contexto cotidiano informal.
    * Quiebre con prácticas y contextos de aprendizaje no escolar.
Además no debemos confundir los procesos de adquisición de actividades  complejas con el aprendizaje de algunos de sus componentes más simples.
Se hace necesario, diferenciar una problemática psicológica de una problemática escolar, reconociendo en ésta última la situación particular en que se plantea la adquisición de conocimientos: situar los procesos de aprendizaje al interior de la tríada pedagógica, en la compleja trama de relaciones entre el alumno-docente-"saber a enseñar", el reconocimiento de una intencionalidad didáctica tendiente a influir en la adquisición, revisión, coordinación, integración de los contenidos y de un docente que actúa como mediador entre los objetos de conocimiento y los alumnos, etc.
Se trata entonces de evitar el aplicacionismo, la transferencia directa de las teorías a la práctica educativa; sino que se trata de establecer los rasgos propios que pueden adquirir los mecanismos en relación a la adquisición de diferentes dominios de conocimiento y en diversas situaciones didácticas.

VANESA E. SORIA


Bibliografía:
Baquero, R y Terigi, F (1996), “En búsqueda de una unidad de análisis del aprendizaje escolar”
Pozo, J. I. (1989), “El procesamiento de información como programa de investigación”

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