Objetivos
· Tomar conciencia de la necesidad de organizar previamente la tarea en el aula.
· Analizar y evaluar las prácticas más comunes en relación a la preparación para la enseñanza.
· Conocer formas alternativas de planificación.
· Reconocer que el proyecto institucional y curricular son los marcos en los que se inscribe la planificación didáctica.
Presentación
Seguramente a la hora de afrontar una situación concreta de enseñanza, afloran ideas, deseos, expectativas de lo que pretendemos enseñar y lograr con los alumnos.
Poseemos esquemas, bosquejos que no siempre guardan una lógica u organización. Es decir, armamos algún tipo de plan o programa que nos va a orientar y ordenar nuestra tarea en el aula.
Es precisamente este el sentido de la planificación, orientar, organizar e integrar lo que ocurrirá en el aula y posicionarnos mejor frente a la enseñanza.
Existen diferentes modelos de planificación, en esta oportunidad presentamos dos propuestas que consideramos superadoras del enfoque tradicional.
Concepto
La planificación didáctica es el instrumento por medio del cual el docente organiza y sistematiza su práctica educativa, articulando contenidos, actividades, opciones metodológicas, estrategias, recursos, espacios y tiempos. Esta organización se programa para un período equivalente al año académico, y requiere especificaciones para cada momento o etapa de su desarrollo.
A pesar de que en la bibliografía pedagógica se reconoce la importancia de planificar, lo cierto es que en los hechos esta tarea se vive como una exigencia o sobrecarga y no como un referente valioso de nuestro trabajo en la clase.
Es probable que esta vivencia guarde relación con la concepción y valor que se le da a la planificación desde las instituciones educativas y organismos de gestión, priorizándose en muchos casos los aspectos formales por sobre el contenido de lo planificado.
Resulta entonces, una formalidad, un hecho más de la burocracia escolar, un documento a archivar.
Haremos el esfuerzo de reivindicar su lugar como aporte significativo para nuestra tarea.
La planificación: proceso y producto Consideramos a la planificación tanto como proceso o actividad mental como el producto de dicho proceso.
Como proceso, implica partir de nuestros pensamientos para generar una serie de rutinas, guiones y planes mentales, independientemente de que quede o no plasmado en un
programa escrito.
Esto significa anticipar, prever, organizar y decidir cursos de acción, plantearse de antemano por ejemplo, qué voy a hacer con este grupo?, cómo voy a presentar tal tema? de qué manera despertar el interés de los alumnos? etc.
Cuando explicitamos por escrito nuestra propuesta global de enseñanza, resultado de nuestras reflexiones y decisiones, apuntamos al otro aspecto de la planificación, el producto escrito. Ahora bien, si de alguna manera anticipamos y mentalmente organizamos la enseñanza, para qué tiene que escribirse?
Muchas son las razones por las que se considera importante registrar por escrito lo planeado ya que:
- permite su comunicación, su análisis y modificación.
- posibilita la confrontación y contrastación con otras producciones, propias o ajenas, anteriores y actuales.
- facilita la reflexión para la toma de decisiones sobre la tarea a desarrollar.
- permite el acceso inmediato y constante a un instrumento organizador de sus prácticas.
- concretiza las intenciones, ayuda a garantizar que se enseñe lo que se quiere enseñar.
- promueve la búsqueda de coherencia entre los diversos componentes didácticos, su selección, gradualidad, complejización y articulación.
En síntesis, la planificación:
- representa la explicitación de la propuesta de enseñanza del docente, de la tarea que quiere desarrollar;
- es la anticipación y previsión de sucesos y resultados;
- es el organizador y orientador de las prácticas pedagógicas (de enseñanza y aprendizaje) en un tiempo y espacio determinados;
- se manifiesta a través de un diseño que es lo que
comúnmente llamamos planificación.
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